RESEÑA HISTORICA DEL AEROPUERTO
Desde la década de los años 30 hasta nuestros días, el Valle del Cauca ha contado con tres aeropuertos, sin incluir las pistas privadas de Jamundí y “el Limonar”.
Durante el primer año de la presidencia de Enrique Olaya Herrera, se iniciaron las gestiones para adquirir los terrenos destinados a una base-escuela de aviación militar, en Cali. Estas gestiones se llevaron a cabo con un conocido hacendado de la región, Abraham Domínguez. Se negociaron 400 fanegadas de la propiedad “El Guabito” ubicada al norte la ciudad.
El 21 de septiembre de 1933 se dio inicio a vuelos comerciales y militares en la base de “El Guabito”. Ese día, aeronaves internacionales de Panagra y nacionales de Scadta unían a Cali con las principales ciudades colombianas y a Colombia con otros países.
El uso alterno de la pista de “El Guabito” no duró mucho tiempo, debido a que los vuelos mixtos de aeronaves comerciales y aeronaves de aprendizaje no eran aconsejables dentro de una base militar. Años después se produciría la separación de esos vuelos al tiempo que Avianca, nombre sustituto de la pionera Scadta, adquiriera los terrenos de la antigua hacienda “Guales”, sobre la carretera Cali-Candelaria, situada a 18 kilómetros al oriente de la capital vallecaucana.
En 1943 comienza a operar un nuevo aeropuerto, bautizado con el nombre de Calipuerto. Este aeropuerto daba a Colombia la imagen de un país “desordenado y folclórico”. La sala de recibo de los viajeros era estrecha, incomoda e inadecuada para el creciente movimiento de llegada y salida de gentes de distintas nacionalidades.
Por la década de 1950 surgieron rumores encaminados hacia la necesidad que tenía Cali de construir un moderno y funcional terminal aéreo. Estos rumores llevaron a que la sociedad propietaria de “Calipuerto” iniciara los trabajos de ampliación de sus instalaciones y pista. Estos trabajos hicieron posible que “Calipuerto” prolongara durante veintiocho años más su vida útil.
En 1954 se propuso la construcción para Cali de un nuevo aeropuerto de magnitud internacional. La localización técnica inicio ese mismo año y, un año después, se efectuaron estudios preliminares auspiciados por la ECA. La gestación del hoy Aeropuerto Internacional “Alfonso Bonilla Aragón” contó con un proceso largo y difícil. Tanto es así, que para obtener el informe favorable de la Misión de Transporte del Banco Mundial, que fue la que recomendó la construcción del aeropuerto de Cali, tuvieron que transcurrir siete años.
En el mes de noviembre de 1962 estaba abierta la licitación para financiación y diseño de los aeropuertos de Cali y Barranquilla, cuyos préstamos debían ofrecer un plazo mínimo de siete años. Al mismo tiempo se elevaron las propuestas para los terminales aéreos de las capitales del Valle y del Atlántico. Poco después la Junta Técnica del ministerio de Obras Publicas descartó las dos solicitudes.
La Unidad de Acción Vallecaucana, a pesar del rechazo, continuó en la lucha con ejemplar perseverancia. A ellos se les unió la clase política vallecaucana tanto en los órdenes, departamental como nacional. Se continúa adelantando las diligencias pertinentes ante los organismos competentes, se insiste en la factibilidad de la obra, la planeación de la misma, su necesidad y mil razones más. Todo con tal de conseguir el deseado fin, la aprobación del aeropuerto internacional de Cali.
Se presentaron dos proyectos arquitectónicos para el nuevo terminal aéreo. Uno de ellos, presentado por Ernesto Sarria y su grupo. Dicho proyecto recibió el premio nacional de ingeniería, premio que adjudica todos los años la Sociedad Colombiana de Ingenieros. Así mismo, fue llevado ante la Comisión del Grupo Internacional en Washington por Diego Calle, ministro de Hacienda de la época.
A finales de 1967, Bernardo Garcés Córdoba y Juan Berón del ministerio de obras públicas y de la agencia general de la ECA respectivamente, se unirán para resolver con la mayor brevedad posible el inconveniente que se vislumbraba para los Juegos Panamericanos de Cali.
Es mismo año se firmaría el primer contrato que fue adjudicado a la firma Conciviles S.A. para la construcción de las sub-bases, por un valor de $11’700.000=
En 1968, se firmaría en Cali, con la misma Conciviles S.A., el contrato para la pavimentación de la pista de aterrizaje, las calles de rodaje y las plataformas del aeropuerto.
La firma Camacho & Guerrero compañía, entrega los planos y respectivos estudios, se fija la fecha del 5 de agosto de 1969 para el cierre de la licitación referente a las estructuras del edificio terminal del nuevo aeropuerto. A partir de este momento la responsabilidad de la obra recae sobre las firmas AIC y AIA, con la interventoría de Planes Ltda.
Tras los problemas de orden económico acaecidos entre 1970 y 1971, la Unidad de Acción Vallecaucana logra que el gobierno central destine partidas por $36’000.000=. En razón al compromiso que había adquirido la ciudad de Cali en Winnipeg, realizar los Juegos Panamericanos, se efectúa la inauguración de la primera etapa del aeropuerto. Este acto solemne tuvo lugar el 24 de julio de 1971. Al acto asistió el Presidente de la República y los altos dignatarios de los gobiernos seccional, regional y nacional.
En el año 2000, el consorcio Aerocali S.A. cuyos integrantes eran Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea – AENA y Dragados de España, y la entidad financiera Corficolombiana, fue adjudicatario de la concesión del aeropuerto de Cali (Colombia) para los próximos 20 años, tras ganar la licitación pública internacional de esta terminal.